Vamos a hacer un ejercicio de imaginación sobre cómo serán las entrevistas de trabajo en el futuro. ¿Te lo has planteado alguna vez? Para empezar, quizá no haya ninguna persona que te entreviste. Quizá entrarás en una sala llena de cámaras y pantallas, tanto en las paredes como en el techo. Las cámaras te grabarán en 360 grados para que una inteligencia artificial busque tu cara y tu cuerpo en toda la disponibilidad de la red. Al detectar tu rostro, no sólo buscará en tu perfil, sino que buscará y encontrará información en los perfiles de tus amigos. No hará falta que te etiqueten; simplemente, por detección facial, el algoritmo sabrá que eres tú. En las pantallas aparecerá parte del contenido que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo en la red sobre ti. 

Probablemente ahora te preocupe tu aspecto, si estabas o salías guapo o guapa en el vídeo, si salías en una actitud más o menos frívola o de cachondeo. Puede que eso sea importante porque el físico siempre ha sido importante para algunos trabajos, pero no será lo más importante. 

El corazón del funcionamiento de estos algoritmos de selección de personal está en la recopilación y análisis de datos de consumo de contenido y perfiles en línea. Las plataformas de redes sociales, propiedad de grandes empresas tecnológicas, efectivamente actúan como empresas de minería de datos, utilizando algoritmos sofisticados para recopilar y analizar información detallada sobre los usuarios.

Estas plataformas no solo recopilan datos básicos como nombre, edad y ubicación, sino que también rastrean minuciosamente nuestro comportamiento en línea: qué publicaciones hacemos, qué contenido consumimos, con quién interactuamos y mucho más. Toda esta información se utiliza para crear perfiles detallados de cada usuario, que luego se venden en el mercado de datos a empresas interesadas en dirigirse a audiencias específicas con sus productos o servicios.

Cada vez que interactuamos en línea, estamos alimentando este ciclo de recopilación de datos.

Una inteligencia artificial especialista en selección de personal que te graba y te encuentra.


En este futuro hipotético, la inteligencia artificial no solo se basará en la información de perfiles sociales y redes profesionales, sino que también analizará tus hábitos de consumo de contenido en plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime o Movistar. Esta información revelará el tipo de audiovisuales que consumes, lo que permitirá a la IA inferir si tu cultura audiovisual es madura, juvenil o si muestras interés por temas más profundos. Además, si eres fanático de algún tema específico, podrías ser identificado como un especialista en esa área, lo que podría ser valorado positivamente por ciertos empleadores.

Los algoritmos de redes sociales de video como YouTube, TikTok o Instagram jugarán un papel crucial en la evaluación de tu perfil. Registrarán cuánto tiempo pasas viendo videos, lo que proporcionará información sobre tu nivel de concentración en una sola tarea. Esta capacidad para mantener la concentración será una cualidad muy importante en el futuro, ya que se espera que la mayoría de las personas tengan niveles de atención cada vez más bajos, limitándose a unos pocos minutos como máximo. El algoritmo podrá detectar cuándo abandonas un video, lo que indicará tus intereses y preocupaciones en tiempo real.


En este escenario futurista, el algoritmo no se limitará a analizar tus hábitos de visualización en plataformas de video, sino que también accederá a tu cuenta de Spotify para examinar tu historial de reproducción musical. A partir de la música que escuchas, intentará construir un perfil de tu personalidad y preferencias. Esto podría incluir aspectos como tu nivel de energía, tus estados de ánimo predominantes, tus intereses culturales y tus valores.


Esta información será invaluable para la IA especializada en selección de personal, ya que le permitirá afinar aún más su evaluación y determinar si tu perfil se ajusta a lo que busca la empresa para la que está trabajando. Por ejemplo, si la empresa valora la creatividad y la innovación, podrían buscar candidatos con un historial musical que refleje una amplia gama de géneros y estilos. Por otro lado, si la empresa busca candidatos con un enfoque más metódico y analítico, podrían preferir perfiles que muestren una coherencia y consistencia en sus preferencias musicales.

Esta integración de datos de Spotify en el proceso de selección de personal podría generar discusiones sobre la ética y la privacidad, ya que la música que escuchamos puede revelar aspectos muy personales de nuestra identidad y preferencias pero podría ocurrir si no nos hacemos cargo ahora mismo de manera responsable de nuestros usos tecnológicos y de las normas de defensa que nos damos. 

Tus videos y fotos hablarán por ti

En este futuro visionario, el algoritmo de selección de personal no se limitará a analizar tus perfiles en redes sociales y tu historial de consumo de contenido, sino que también examinará tus fotos para evaluar tu nivel de sociabilidad. La cantidad de amigos que te acompañan en tus fotos podría interpretarse como un indicador de tu habilidad para relacionarte y trabajar en equipo, lo cual es fundamental para roles comerciales o de liderazgo.

Además, el algoritmo analizará tu lenguaje corporal en imágenes y videos para evaluar tu capacidad de liderazgo y comunicación. Observará cómo te expresas y te comportas en diferentes contextos, lo que proporcionará información valiosa sobre tus habilidades interpersonales.

En cuanto a tus competencias lingüísticas, el algoritmo aprenderá de tus videos para determinar tu dominio de diferentes idiomas. En lugar de depender de títulos o certificaciones, el algoritmo evaluará tu capacidad lingüística a través de conversaciones breves o análisis de tus videos.


Además, el algoritmo medirá tu nivel de interacción con la comunidad en línea, evaluando si contribuyes de manera constructiva o destructiva. Esto es especialmente relevante para roles que requieren habilidades de trabajo en equipo y colaboración digital.


Otro aspecto importante que el algoritmo evaluará es tu nivel de impulsividad en las interacciones en línea, como poner likes o comentarios. Esta característica es crucial para profesiones que requieren mantener la calma en situaciones de crisis, como la policía o la medicina. 

 Además una IA especialista en selección de personal podría detectar si una persona es introvertida o extrovertida, los algoritmos podrían analizar la frecuencia y la naturaleza de sus interacciones sociales en línea, así como su participación en eventos sociales virtuales, para determinar su grado de sociabilidad.

Los algoritmos podrían analizar el tono, el estilo y la estructura del lenguaje utilizado por una persona en sus publicaciones en redes sociales, comentarios y mensajes, para inferir su estilo de comunicación y su capacidad para expresarse de manera efectiva.

Al examinar las respuestas y reacciones de una persona a eventos o situaciones emocionales en línea, así como su participación en discusiones sobre temas sensibles, los algoritmos podrían inferir su nivel de empatía y sensibilidad hacia los demás. Y a través del análisis de las expresiones emocionales y el tono de las publicaciones en línea, así como la frecuencia y la intensidad de las interacciones emocionales, los algoritmos podrían determinar las tendencias emocionales de una persona, como la estabilidad emocional o la propensión al estrés.

Al observar la forma en que una persona se presenta a sí misma en línea, así como su grado de participación y liderazgo en grupos o comunidades virtuales, los algoritmos podrían inferir su nivel de autoconfianza y seguridad en sí misma.

Finalmente, al analizar cómo una persona enfrenta y supera desafíos y contratiempos en línea, así como su disposición para compartir experiencias difíciles, los algoritmos podrían inferir su nivel de resistencia y capacidad para manejar la adversidad.

Análisis de competencias y soft skills

Al examinar la organización, la planificación y la ejecución de proyectos y tareas en línea, así como la capacidad para colaborar y coordinarse con otros, los algoritmos podrían inferir el estilo de trabajo preferido de una persona y su capacidad para trabajar de manera autónoma o en equipo.

Los algoritmos podrían analizar la consistencia y la frecuencia con la que una persona contribuye o participa en comunidades en línea, lo que podría indicar su nivel de compromiso (lealtad a la empresa) y responsabilidad. Esa IA podría llegar a evaluar la capacidad de una persona para resolver problemas y ofrecer soluciones creativas o examinar cómo una persona reacciona y se ajusta a diferentes contextos y situaciones en sus interacciones en línea, los algoritmos podrían inferir su nivel de adaptabilidad y flexibilidad.

Solamente analizando la participación en cursos en línea, tutoriales o debates sobre temas especializados, los algoritmos podrían inferir la capacidad de aprendizaje continuo y la disposición para adquirir nuevas habilidades.

Si examinara la frecuencia y la consistencia de las contribuciones en línea en relación con otras actividades y compromisos, los algoritmos podrían evaluar la capacidad de una persona para gestionar eficientemente su tiempo.


¿Y si nos piden acceso a nuestro móvil? ¿Qué hacemos?


En este futuro distópico donde los datos personales son un recurso valioso y hay un mercado establecido para ellos, las redes sociales se convertirán en actores clave en el proceso de selección de personal. Al vender datos detallados sobre los usuarios a las empresas, estas redes proporcionarán información precisa y detallada sobre los candidatos potenciales, lo que les permitirá encontrar a los candidatos más adecuados para sus necesidades específicas.

Las plataformas como TikTok, que se enfocan en la recopilación de datos para la venta a empresas, podrán proporcionar información detallada sobre los intereses y preferencias de los usuarios, basándose en su historial de visualizaciones y acciones en la aplicación.  

Y entonces surge la cuestión de si las empresas podrán exigir acceso a los terminales de los candidatos durante el proceso de selección. Esto plantea dilemas éticos y legales sobre la privacidad y el consentimiento. Los candidatos podrían enfrentarse a decisiones difíciles: ¿negarse al acceso a su dispositivo y arriesgarse a perder la oportunidad de trabajo, o permitir el acceso y comprometer su privacidad personal?

El escenario digno de Black Mirror también plantea interrogantes sobre la seguridad de los datos y la vigilancia. ¿Será posible que las empresas espíen a los candidatos simplemente compartiendo wifi en el lugar de la entrevista? Esta situación plantea riesgos significativos para la privacidad y la seguridad de los individuos, así como para la equidad y la transparencia en el proceso de contratación.

¿Quién es tu yo digital?

El avance de la inteligencia artificial y los algoritmos en el mercado laboral plantea desafíos y oportunidades para los jóvenes que pronto ingresarán en él. Es comprensible que muchos adolescentes no consideren estas implicaciones mientras están en la escuela, pero es crucial comenzar a pensar en cómo pueden prepararse para un futuro laboral marcado por la tecnología.

Sin embargo, es importante reconocer que no se trata necesariamente de "gustarle" a un algoritmo, ya que estos no tienen preferencias ni toman decisiones en el sentido humano. Más bien, se trata de construir una marca digital que refleje autenticidad y coherencia con uno mismo.


Cada individuo tiene la oportunidad de desarrollar conscientemente su marca digital, asegurándose de que refleje fielmente su personalidad, valores y habilidades. Esto no implica fingir o camuflarse, sino más bien destacar lo que nos hace únicos y valiosos en un entorno laboral cada vez más competitivo y tecnológico.

Además, es importante reconocer que si bien la inteligencia artificial puede eliminar ciertos trabajos, también está creando nuevas oportunidades laborales en sectores emergentes. Por lo tanto, es fundamental para los jóvenes prepararse para adaptarse a estos cambios y adquirir las habilidades necesarias para prosperar en un mundo laboral en constante evolución.


¿Cómo crear tu yo digital? 

En un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial resulta difícil predecir con certeza qué competencias serán indispensables en el futuro laboral. Sin embargo, existen algunas habilidades que parecen ser menos susceptibles de ser reemplazadas por la IA, como la creatividad y la empatía. Estas competencias humanas son difíciles de replicar por las máquinas y, por lo tanto, probablemente seguirán siendo altamente valoradas en el mercado laboral del futuro.


Responsabilidad, consciencia y pensamiento crítico

A medida que entramos en esta nueva era de la IA, es fundamental adoptar un enfoque responsable, consciente y crítico hacia su uso. Esto implica asumir la responsabilidad de cómo utilizamos la tecnología, tanto en términos de su impacto en nosotros mismos como en la sociedad en general. Además, es crucial comprender plenamente qué estamos haciendo con la tecnología y evaluar si realmente nos beneficia a nosotros y a los demás. Al mismo tiempo, debemos cuestionar constantemente el propósito y las consecuencias de nuestras acciones tecnológicas, desarrollando un pensamiento crítico que nos permita navegar de manera informada y ética en este nuevo entorno digital.

Dado que gran parte de nuestras vidas está expuesta en internet, es importante considerar cómo gestionamos nuestra presencia en línea. Muchas personas han optado por compartir gran parte de su vida en la red, convirtiéndo esto en un negocio o una forma de expresión personal. Sin embargo, la decisión sobre cuánto y cómo nos exponemos en línea es personal y debe ser tomada con cuidado. Es esencial encontrar un equilibrio entre la autenticidad y la protección de nuestra privacidad y seguridad en línea.


En última instancia, ser fiel a uno mismo tanto en el mundo digital como en la vida real es muy importante, pero también una oportunidad para crecer y prosperar. A través de la reflexión consciente y el cuestionamiento crítico, podemos estructurar nuestra identidad digital de manera que nos permita tener un futuro exitoso y significativo, tanto en el ámbito profesional como personal.


Y el futuro empieza ahora.